jueves, 20 de septiembre de 2012

Ejerciendo la paternidad

Una de las cosas mas bonitas que tiene esto de la Maternidad es la posibilidad que nos da la naturaleza de poder amamantar a nuestros hijos. Ese momento único donde se encuentran las miradas, bebe- mamá y nuestro hijo se siente protegido y amado en nuestros brazos.
Como ya conte, debí volver antes de tiempo a la Guarde y Alberto decidió pedirse unos dias de vacaciones para quedarse con Lucas y asi evitar que fuera tan peque a la guarde y se nos fuera a enfermar. Los dias previos a que me tuviera que ir, estaba nervioso, por no saber si lo haria bien, ¿que pasaria si Lucas lloraba mucho y no podia calmarlo?, ¿sabria darle bien el biberon? ¿como le cambiaria los pañales si se hacia caca? A mi me daba mucha pena dejarlo, pero tenia confianza en Alberto y sabía además que cualquier problema en 20 minutos podria estar en la Guarde.
El primer día no veia la hora que llegaran las 10 de la mañana para llamarlos y saber como se las iban arreglando, no queria parecer ansiosa y asi darle un voto de confianza al papá, asi que aguante hasta que Alberto me llamo para contarme que todo iba perfecto y Lucas ya habia tomado el bibe que le habia dejado ( esto de poder sacarse la leche y congelarla es realmente una bendición) y asi con tranquilidad transcurrio el dia.
Cuando llegue a casa cerca de las 8 de la noche, venia ya en el ascensor con unas ganas locas de en cuanto llegara coger a mi bebe para darle unos besos, pero me encontre con esta imagen que me pareció lo mas tierno del mundo y decidí sentarme y contemplarlos. Y ahi viendo a Lucas como miraba a su papá y su papá a él, recordé una vez más la importancia de la mirada y el sosten a la hora de establecer ese vínculo que pase el tiempo que pase y pese a todo siempre perdurará.
¡Qué bueno que Alberto pudo cogerse esos días y disfrutar de esta manera de Lucas! Seguro que ninguno de los dos lo olvidará.

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