Ya recuperado

Los días que Lucas estuvo malito fueron muy cansadores y experimenté lo que es estar toooda una noche casi sin dormir  e igual al otro día tener que levantarte para ir a trabajar.
Cuando aún no era madre y alguna mamá de la Guarde me contaba que casi no habia dormido porque su bebé estaba con los dientes o con fiebre por la noche y las veía irse a trabajar con unas ojeras enormes, me preguntaba como hacían para estar en pie.
He comprobado  que la maternidad nos tiene que dar seguramente una fuerza extra, porque ese día me tocaba trabajar las 12 horas y aguanté como una reina. Eso sí cuando llegué a casa por la noche reconozco que le pedía a Alberto que me hablara  despacio porque no podia retener mucha información a la vez!
Lo que más me costó esos días más que las pocas horas de sueño y el no tener tiempo casi para nada, porque Lucas solo queria estar y dormir en brazos fue, el no ver la sonrisa de mi bebé.
También estaba la preocupación de encontrar el equilibrio y no ser una madre exagerada que lo llevaba a cada rato a Urgencias pero tampoco confiarme demasiado.
Finalmente como me dijo una amiga, confié en mi instinto y lo llevé las veces que sentía que Lucas no estaba bien y por suerte lo pudimos mantener siempre bien hidratado, conservando su peso y con sus bronquios limpios.
Ya está muchísimo mejor, solo le queda un poquito de tos, asi que hemos vuelta a nuestras rutinas.
Ya duerme nuevamente en su cuna y nada de brazos, más que para mimosear un rato.
Pero el invierno no ha hecho más que empezar asi que seguro nos tocará lidiar con algun que otro virus más de una vez

Hemos comenzado a comer la papilla de fruta y por suerte le encanta. Abre la boca como un loco cuando ve la cuchara y no deja ni un poquito. Menos mal que no salió a mi ni en el sueño ni en la comida!!!
Mañana tenemos una comida de Navidad con amigos en un restaurante en Segovia que nos encanta con Alberto. Me trae lindos recuerdos, porque alli el año pasado festejamos el cumple de mamá.
Lucas estrenará su silla de paseo, ya que está larguisimo y ya no entra en el capazo. También ahora le apetece más mirar todo lo que lo rodea y ya no duerme tantas horas, asi que creemos que se lo pasará mejor sentado pudiendo observarnos a todos y jugando con su juguete preferido- su avión.

Nos queda una semana para la Fiesta de Navidad de la Guarde, la primer Fiesta de Luquitas!!! Pensar que en la del año pasado me acompañaba en mi panza y era aún una cosita muy chiquita.
Como es tan peque, en realidad no hará mucha cosa en el escenario, más que estar con sus compis, que como son ya más grandecitos harán las típicas canciones de los 5 lobitos, palmas palmitas, etc, etc. Pero seguro que me tendré que aguantar alguna lagrimita de emoción cuando lo vea sentado en el escenario vestido de angelito, o cuando Papá Noel le entregue su regalo. También será divertido cuando sea el turno de entregar sus notas y Alberto tenga que subir al escenario a por él.
Creo que hubiera disfrutado mucho estando en platea, sentada con Alberto, viéndolo como cualquier mamá más, pero esto de ser la Directora de la Guarde tiene en este sentido esas desventajas.
El privilegio creo que le quedará al padrino, quien tendrá además la obligación de filmarme toda la Fiesta, porque Alberto seguramente tenga que ayudarme como siempre con el telón.
Va a ser un poco complicado organizarnos, pero como siempre todo al final termina saliendo.