El día que me hice ese test creo que lo voy a recordar toda mi vida como uno de los más importantes. ( 1 de Noviembre de 2011).
Solo unas semanas antes cuando estábamos con toda esta ilusión de encargar a nuestro bebé, recibí una de esas noticias que nadie quiere escuchar. Mi abuela Chicha nos dejaba, luego de luchar contra un cáncer que con 96 años no le dio ni un poquito de tregua. Alguien puede pensar que con esa edad era algo que en algún momento debía pasar y que teníamos que estar todos preparados, pero ella era tan especial que sabíamos que nos dejaría un vacío enorme. Tuve la suerte de estar con ella en la boda de mi hermana, de charlar y contarle mis cosas, de que me cogiera las manos y me las acariciara como hacia siempre que iba a visitarla. Ella que conocía tan bien a cada uno de sus nietos,no se por que, se dió cuenta y como quien no quiere la cosa me preguntó, si iba a tener bebés. Entonces le conté que queríamos , que era algo que nos hacia mucha ilusión y me miró con esa sonrisa pícara de niña que aveces ponía y no nos dijo más nada.
El día que comenzaron a ponerle morfina, hablé con ella para despedirme y decirle todo lo que la quería, después en la tranquilidad de mi casa, le hablé a la foto que tenemos juntas y que es una de mis preferidas y lloré todo lo que tenía que llorar para decirle que se fuera en paz, que ya nos había cuidado por mucho tiempo y que sabía que seguiría con nosotros.
Después de todo esto que fue sobre todo muy duro para mis hermanas y mi mamá, que estaban alli y la cuidaron día y noche, pensaba que la idea de un nuevo nieto/a y un sobrino/ a para mis hermanas, sería algo que nos alegraría a todos y nos daria ilusión para el nuevo año.
Los días comenzaron a pasar y la regla no llegaba. No me quería hacer ilusiones pero por momentos imaginaba como se lo diría a mi mamá, como sería ese momento... que palabras usaría, cuál sería su reacción
Mi cuerpo comenzó a mandarme señales, me sentía rara pero preferíamos esperar un poco más para estar seguros. Teníamos además un amigo de visita en casa y obviamente queríamos nuestra intimidad para algo tan importante. El futuro papá me mandaba mensajes al trabajo todos los días para haber si algo había cambiado, no nos podíamos creer que pudieramos tener tanta suerte y lograrlo al primer intento. Ya no tenemos 20 años y sabíamos que con la edad aveces es más difícil.
Finalmente nuestro amigo regreso a su ciudad, el pobre nunca se imaginó nada de lo que pasaba por nuestras cabezas esos días, y corrimos a la farmacia a comprar el test.
Leímos las instrucciones entre los dos, no nos queríamos equivocar y nos tocaba esperar 8 minutos.
¿Que se hace durante esos 8 minutos? No se. A nosotros nos dio por encender nuestro ordenadores, supongo que para intentar estar distraídos. Yo miré si había alguien de mi familia conectado y Alberto la verdad que no lo se. Pasó el tiempo y fuimos juntos a ver el resultado...y ahí estaban esas dos rayitas.
SI ! íbamos a ser papás...lloramos, nos abrazamos, nos reímos, volvimos a llorar.
Alberto volvió a su ordenador a leer cosas de embarazo y yo caminaba por toda la casa sintiéndome la mujer más feliz y pensando en ella que como siempre nos cuidaba y me mandaba esta vez desde el cielo un angelito de regalo.
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