Lucas ya se mueve mucho dentro de mi panza. Al principio lo solía sentir solo por las noches cuando me quedaba tranqui en nuestro sofá luego de la cena, pero últimamente ya me acompaña a todos lados y más de una vez lo siento moverse durante el día.
Al papá en cambio le jugaba a las escondidas y cada vez que yo le decía " ¡ahora se está moviendo!" y Alberto corria poner la mano sobre mi panza, Lucas se quedaba quietito. A mi la situación por momentos me generaba gracia. Pensaba que es por lo menos un privilegio que tenemos las mamás a cambio de todos los cambios que nos significa el embarazo, pero también era algo que quería que el papá experimentara.
Es una sensación única, la primera vez que lo sientes moverse, es como el primer esbozo de comunicación con tu hijo.
Y ayer finalmente Lucas dejó que su papá sintiera por primera vez sus pataditas. Estábamos mirando la tele y yo acababa de comerme una mandarina muy dulce...eso siempre lo hace moverse, y sin decir nada, cogi la mano de Alberto y la puse sobre mi panza.
Y que puedo decir... me encantó ver la cara del papá al sentir esos movimientos, cara de sorpresa de sentirlo tan clarito, cara de alegria mezclada con un poco de impresión, ( es hombre jejeje) y cara de orgullo, seguro al pensar en su niño y en la familia que estamos finalmente formando.
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