Nosotros somos de los que nos gusta prepararnos los viajes, buscar información de lo que hay para ver en cada sitio, visitar museos, iglesias,tener un tiempo para recorrer las calles y perdernos por algún sitio. Pero esta vez sabíamos que debíamos tomarlo con más calma, la Semana Santa me pillaba terminando el 6to mes y si bien mi Doc me dijo que me fuera tranquilamente, recordándome una vez más que estoy embarazada y no enferma, no queríamos un itinerario a full.
Fue así entonces como surgió la idea de Lisboa, podíamos viajar en coche, sobre todo en el mio que no gasta nada, era una ciudad que no conocíamos ninguno de los dos y fue ampliamente recomendada por todos los amigos que ya la conocían.
Encontramos un hotel bonito, moderno, y con piscina climatizada para Alberto que le gusta nadar y por si algún dia nos apetecia estar tranquilosEl viaje en carretera fue tranquilo, sali yo conduciendo desde Madrid hasta Badajoz, nunca habia hecho tantos kilometros por autopista y la verdad que me distiende mucho conducir, y luego continuó Alberto hasta Lisboa. Paramos para un suntuoso desayuno, Lucas lo requeria y la verdad que me queria dar un gusto despues de que mi Doc me tuvo un mes y medio castigada a dieta, porque no quiere que engorde más de 10 kilos como mucho. La verdad que me estoy portando muy bien, porque al final con la dieta solo he engordado en todo lo que llevo de embarazo 5 kilos y medio.
Después de descansar un poco en el hotel salimos a recorrer los barrios de Lisboa y nos sorprendió comprobar que todo estaba mucho más cerca de lo que creíamos, asi que caminamos, y nos tomamos algún tranvía donde me cedieron por primera vez el asiento gracias a mi panza. Estuvo bueno poder tomarnos este tiempo con Alberto para caminar relajados, charlar, mirar el mar. Si, ir a mirar el mar fue lo primero que hice, aunque Alberto a pesar de tambien haber nacido en ciudad con playa, siga sin entender mi necesidad imperiosa de ver el mar, si se que lo tengo cerca.
Vimos muchas parejas con niños pequeños y eso nos animó a pensar que con Lucas podremos hacer lo mismo. Me gustaría que aprendiera a disfrutar como sus papás de los viajes, de conocer sitios y culturas diferentes, que sea un niño sociable y no esté muy sobreprotegido, como muchos de los niños que veo en mi guarde. Ojalá lo podamos hacer bien. Recuerdo que mis papás siempre nos llevaban a museos y nos gustaba y en los viajes mamá nos explicaba cosas, asi que creo que es también una cuestión de hábitos.
Comimos genial, el barrio alto de Lisboa está lleno de restaurantes familiares, pequeñitos, con comida casera y luz de velas,asi que probamos el Bacalao en todas sus formas y Alberto se sacó las ganas de un buen pulpo, además de los conocidos pasteles de Belén a los cuales se hizo casi adicto!
Como nos sobró algo de tiempo nos fuimos a la ciudad de Sintra a conocer la zona de los castillos, y fue una gran idea. Paisajes geniales, rodeados de naturaleza y unos estilos de construcción donde se mezcla la influencia árabe que lo hacen único.
Volví a Madrid con las pilas recargadas, contenta de habernos dedicado estos días a nosotros tres,porque aunque pensamos que iba a ser un viaje de pareja, Lucas ya está muy presente en nuestras vidas, a través de sus pataditas y volterertas dentro mio, pero también en cada una de nuestras conversaciones y proyectos de futuro. Volví a Madrid porque no decirlo, cada día más enamorada de la persona que tengo al lado mio y feliz de que vaya a ser el papá de mi hijo y dispuesta a disfrutar de estos 3 últimos meses que nos quedan juntas a mi panza y a mi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario